MARIDANDO EL ATARDECER CON CERVEZA DE CRIANZA EN LA NUEVA TERRAZA DE MISIONEROS

Redacción por Iván Gutiérrez / Fotos por Óscar Mejía

Frente a una torre de madera se erige un escenario donde el café de las montañas danza con el azul claro del cielo, un escenario que presume la propuesta paisajista de la recién inaugurada terraza de Cervecería Misioneros, destino donde el viento sopla lento acompañando los tragos de cerveza artesanal.

Alrededor los adornos mexicanos nos recuerdan que, a pesar de ya ser 21 de septiembre, los festejos patrios de la temporada persisten, mientras al fondo se extienden campos de viñedos que le dan a Ensenada el título de capital del vino mexicano. El estilo campestre del lugar le aporta un aura relajada que no está peleada con la música electrónica, misma que invita al cuerpo a seguir los ritmos de baile que no tiene principio ni final.

Debajo, a unos metros subterráneos, más de 40 barricas albergan las diferentes mezclas del elixir de crianza que esta tarde refresca la garganta, siendo la cerveza inaugural una Amber Lager, si bien más adelante circularán otros estilos como Robus Porter, American Blond y Session IPA.  Para maridar le degustación de hoy como se debe hay tres deliciosos tiempos marinos preparados por el Chef David Duran: una tostada de jurel con maíz azul, ostiones en salsa de chile de árbol y una exquisita tostada de surimi con almeja capeada.

Sobre la propuesta cervecera de Misioneros, Alfonso Valdés, gerente operativo de finca El Mirador y Cerveza artesanal Misioneros, nos comparte que manejan estilos como Pilsner, Amber Lager, Porter, Session IPA, Belgian Saison y cervezas de barrica, que van desde 10 meses hasta 2 años, entre ellas 3 estilos de línea Premium.

Al respecto de la cocina de cerveza de Misioneros, el joven Jeff Crane, oriundo de Estados Unidos, comenta que actualmente están tratando de llevar la cerveza al punto en que se cruza con el vino: “lo que hacemos es agregar levadura y lúpulos que hacen que el tiempo de fermentación sea mayor (como con el vino). Algunos de los barriles van de 9 meses a 2 años y medio, tiempo en que la levadura desarrolla sabores únicos. Usamos mucha levadura salvaje, una muy diferente a la utilizada en la cerveza común, pues puede vivir mucho tiempo y generar sabores muy distintos; después de que la pones en la botella sigue viva”.

Conforma el sol se va ocultando en el horizonte, Alfonso nos comenta con simpatía que, con la inauguración de hoy, misioneros amplía sus áreas de deleite, pues si bien ya cuentan con barra de degustación y cava, “ahora también abrimos esta terraza para que disfrutes un atardecer en el valle con nuestra cerveza añejada en barrica, y mires un bello paisaje justo sobre el corazón del valle, frente al museo del vino”.

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