Por Iván Gutiérrez
Ha llegado el verano y porteños y foráneos estamos ávidos de vivir experiencias que llenen nuestras vidas de sabor y momentos inolvidables. Para nuestra fortuna este año agosto viene acompañado por la segunda edición del Festival del Centro, un evento que reúne actividades gastronómicas, culturales y recreativas en una agenda comunitaria que busca fomentar los valores y la identidad del ensenadense.
Este festival lleva la dirección de Martín Sitten, vecino del centro que ha vivido parte importante de su vida en esta locación, además de ser partícipe en el desarrollo de proyectos como el Centro Cultural Santo Tomás, la Fundación Elías Pando y la Plaza Santo Tomás; además es fundador de los proyectos Loca (antes Mezcalería La Penca) y Diurna, barrita de día.
Decididos a explorar más sobre la realización de este festival, tuvimos una entrevista con este personaje cuya vibra relajada siempre transmite confianza y buena onda.
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Platícanos sobre este festival, nos mencionabas que se trata de una programación cultural comunitaria para el público local, pero también para el visitante…
Así es, la idea del festival es que uno pueda disfrutar de la ciudad de una forma distinta, conociendo más sobre nuestra historia, nuestras calles, y adentrarse tanto en proyectos de mucho tiempo como otros nuevos. El festival tiene una duración de un mes y durante este periodo se activan distintos puntos del centro de la ciudad donde se pueden experimentar todo tipo de actividades, la mayoría de entrada libre. El tipo de actividades van desde talleres, pláticas, recorridos guiados, comidas, cenas, lanzamientos de etiquetas, fiestas, proyecciones de cine al aire libre, exposiciones, presentaciones musicales y demás.
(Puedes consultar el programa completo aquí Festival del Centro)
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¿Cómo nace esta idea del Festival del Centro?
El festival parte de la evolución del trabajo que Santo Tomás y la Fundación Elías Pando llevan haciendo en el centro. Hace dos años, cuando se materializó la Plaza Santo Tomás, naturalmente nos hizo reflexionar sobre cómo continuar sumando al resto de los proyectos locales.
Una primera idea fue que no queríamos que se trata solo de la plaza, sino que fuera uno de los puntos del centro, entonces empezamos a mapear e identificar otros proyectos del centro, muy valiosos todos, y algunos con mucho tiempo, para unificar y tener un impacto más significativo de la comunidad, sobre todo la identidad y los valores porteños.
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¿Nos podrías compartir algunos de los objetivos del festival?
Por supuesto, antes que nada quisiera compartirte un concepto que se llama Tercer Sitio, que se trata de espacios públicos que son terrenos neutros donde las personas pueden reunirse y disfrutar. En esos espacios las diferencias socioeconómicas, identitarias o raciales no son objeto de señalamiento, se trata de espacios libres donde la gente interactúa y se identifica por la conversación, por hábitos; son sitios bastante auténticos donde la gente se siente identificada y genera comunidad.
Entonces, los objetivos del festival van por ese lado, que desde la zona centro se cree un Tercer lugar que irrumpa con esta rutina de trabajo-casa, por los ritmos de trabajo contemporáneos y los trazos de la ciudad moderna nos han condicionado a no tener estos espacios.
Dicho eso, te puedo compartir que el objetivo número uno del festival sería el reflexionar sobre la identidad, principalmente como vecinos. Parte importante de la historia de la ciudad está en el centro, nos encontramos con edificios, calles, zonas completas que nos hacen reflexionar sobre lo que somos como ensenadenses.
Anclado con ese objetivo está la activación de la zona. El centro había tenido niveles de desocupación altísima, sobre todo por el COVID, pero en tiempos recientes han abierto muchos proyectos nuevos y queremos que la gente los conozca. Muchas veces nos centramos únicamente en nuestros proyectos, pero creemos en unir y aportar culturalmente entre todos.
Entonces si bien el objetivo principal es fortalecer los valores de identidad del ensenadense, ello va muy de la mano con la activación económica, algo que luego muchos proyectos culturales dejan del lado. Pensamos que en la medida en que a todos nos vaya bien, habrá mayor activación ciudadana en todos los sentidos.
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¿Quiénes participan en la realización de este festival?
En el festival participan muchos de los cohabitantes del centro, por igual restaurantes, bares, cafeterías, comercios, parques, plazas, cervecerías, pescaderías y centros culturales.
Si bien yo estoy en la dirección, la gestión se hace a través de un grupo de ciudadanos voluntarios que participan en distintos niveles. Por ejemplo, el Cine de Verano lo organizan varios ciudadanos, entre algunos amigos y gente convocada por redes sociales. También Hay un grupo de voluntarios que trabajan en Santo Tomás, entre diseñadores, mantenimientos, operatividad, gestión, todos ellos están detrás de esta parte de la organización, y les estoy muy agradecido por ello.
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Ya por último, pero no menos importante, ¿por qué crees que la población debería participar en el festival, asistiendo a las actividades que pueda?
Yo pienso que es una oportunidad muy valiosa en la que todos los participantes del programa están dando una cara de su proyecto, una voluntad de compartir y acercarse a la gente. Hay proyectos nuevos, hay algunos que se están renovando, y es eso, que están abriendo las puertas de sus sitios para que la gente los conozca, la mayoría de los convocados tienen mucho que decir y aportar.
Como habitantes de Ensenada compartimos muchos valores, y todos buscamos una ciudad más bonita, segura e inclusiva. Si bien también recibimos con los brazos abiertos al turismo, el Festival está pensado como un proyecto de locales para locales, con mucho trato humano para aportarle valor a la ciudad.
En esta segunda edición hicimos un programa que busca ser inclusivo para todas las edades, hay muchos eventos para niños, otros para toda la familia y algunos para adultos. Estamos pensando en la sociedad como tal, que todas las áreas estén integradas, y acompañarlas de alguna manera en este verano. Nos preguntamos, ¿qué hacen los chavos que ahora están de vacaciones? ¿A dónde pueden ir o qué pueden hacer? A partir de eso diseñamos algunas de las actividades del programa. Creemos con firmeza que la ciudad necesita más alegría, más espacios de diálogo, más cultura y arte en las calles.
Quisiera finalizar comentando que la responsabilidad que encabeza el festival no es exclusivamente nuestra, sino que representa una oportunidad para que las empresas icónicas de la ciudad se sumen al esfuerzo que estamos haciendo. Los beneficiados también serán ellos, porque la ciudad somos todos.