Los Pepes Tortas y Flautas: 22 años de ricas experiencias… ¡y un millón de tortas!

José Carlos Ramírez

Ponen, quitan, sacuden, preparan. “¡Manos a la obra!”, dice un joven con mandil negro, para empezar con el corte de panes que serán los recipientes para la venta de tortas de hoy. El ánimo va acompañado de buena música grupera que ambienta el pequeño local ubicado en la famosa esquina de la Avenida México y Art. 123, donde Tortas y Flautas Los Pepes lleva 22 años despachando a su fiel clientela. 

Dan las 9:30 de la mañana. Un pick up gris claro se estaciona enfrente del local. Al otro lado un colaborador cierra la llave del lavabo, coloca su franela a un lado y se dirige a la parte trasera de aquel gigante con ruedas. Mientras unos realizan cardio al bajar la mercancía del día, otros atienden a la gente que llega lista para saciar el hambre: “¡Dos órdenes de flautas con todo para llevar por favor!”.

LA VISIÓN QUE FORJÓ AL EMPRENDEDOR

Corría el año de 1987 cuando a Jaime Medrano —por aquel entonces dueño de la Taquería 777— se le ocurrió crear un nuevo negocio con el propósito de dejar un legado y herencia para su hijo José Medrano. Sin embargo, dado que su hijo optaría por otro camino, Jaime decidió traspasar el negocio a su sobrino Francisco Javier Gastelum. Fue así que, con incertidumbre de por medio, Francisco tomó la responsabilidad del establecimiento, en busca de crecimiento y superación personal.

“Desde que tenía 17 años fui taquero, y siempre pensé que donde me pusiera yo, iba a hacer negocio, porque así lo visualicé desde chico”, nos comparte Francisco, quien agrega que el gusto por emprender y ejercer la labora de comerciante vino de familia. “Mis abuelos eran comerciantes, mi padre también lo fue, y yo traía esa inquietud de poner un negocio propio, algo que fuera mío y que lo pudiera compartir con mi familia”.

El negocio desde un principio se llamó Los Pepes, por el hijo del fundador, y nunca fue una opción cambiar el nombre, tanto así que al día de hoy todos conocen a Francisco como “Pepe”.

Por supuesto, al igual que todo emprendimiento, Francisco menciona que el arranque no estuvo exento de complicaciones. “El primer año fue muy difícil, tanto que pensé en cerrar porque empezó a caer mucha presión sobre mí, hasta que mi esposa me comentó que me tomara unos días de descanso, para que lo pensara bien, y mientras que ella cubría mi lugar en el negocio. Ese mes fue decisivo, y por cosas del destino empezamos a tener ganancias suficientes y desde ahí hasta la fecha no hemos parado”.

HACIA UN MENÚ DIFERENTE

Desde un principio a Francisco le comentaron cómo estaba la situación en el establecimiento, en cuanto a como lo hacían funcionar y lo que se vendía. Sin embargo, Francisco decidió hacerle unos pequeños cambios al menú. “Mi esposa es muy buena para la cocina, creció en un pueblo de Guanajuato y la sazón de allá es otro nivel, así que empezamos a ver opciones, hacer guisos diferentes y probarlos, hasta que a mediados de los 90 el menú fue lo que es hoy”.

La idea de cambiar el menú era ofrecer “algo diferente”, algo que en la ciudad no fuera el platillo principal, por lo que decidieron incorporar flautas y tortas, platillos que eventualmente conseguirían gran demanda de parte de la ciudadanía.

Según comenta Francisco, la especialidad de “Los Pepes” se basa en el guiso, ingrediente principal de las flautas y tortas que a más de uno ha cautivado, preparando todo con insumos 100% locales.

El menú es sencillo pero delicioso. Está la clásica torta de jamón con queso, así como la torta de lomo, la torta deshebrada y la favorita de muchos: la especial, que lleva carne deshebrada, jamón, queso, y lomo de puerco.

En cuanto a las flautas su composición es única y distintiva: carne deshebrada envuelta en una tortilla de maíz frita hasta llegar al punto crujiente perfecto, y como acompañante su respectiva lechuga, tomate, aguacate, crema, queso y una porción generosa de carne especial que baña todo el conjunto para darle un deleite al antojo. Para los de estómago chico también hay burritos de lomo y deshebrada, y para los amantes del queso están las quesadillas con carne.

22 AÑOS DE RICAS EXPERIENCIAS

Tras 22 años de servicio el recorrido para Tortas y Flautas Los Pepes ha dejado grandes experiencias e historias detrás. Francisco mantiene la frente en alto al recordar su trayectoria como comerciante, y comparte que el mayor reto después de tantos años ha sido la consistencia y la perseverancia necesaria para mantener el negocio, ya que “no es nada fácil, aunque la gente piense que sí. Hay que tener un buen sistema de trabajo que funcione todos los días para brindarle la mayor de las atenciones y servicios a la gente, ese es nuestro objetivo principal, porque para ganarte a un cliente batallas, pero para perderlo, en un segundo”.

Desde un cordial saludo hasta una atención cálida son algunos de los detalles que más distinguen a Los Pepes, sin dejar a un lado la limpieza, frescura y calidad de los productos. Claro que la estrella principal sigue siendo el adobo de la carne deshebrada, receta secreta que realza todos los platillos del local. 

Francisco menciona que en su momento pensó en expandir el negocio. Tenía los recursos, había apoyo de la familia y colaboradores, así que empezó a ver la posibilidad de abrir otro local, pero tras sufrir una enfermedad grave, decidió continuar únicamente con las actividades que lleva más de dos décadas realizando con orgullo. “Somos un suspiro en esta vida. Ahora que tengo esta oportunidad, quiero dedicar mi tiempo y mi energía a mi negocio actual”, menciona Francisco en tono de gratitud, dejando claro que existe la posibilidad de expandirse, pero que esa ya será decisión de sus descendientes.

¡LA SAZÓN NO LA PARA NI UNA PANDEMIA!

Francisco comparte que la llegada de la Emergencia Sanitaria en marzo de 2020 fue una situación muy estresante, principalmente por la responsabilidad con sus empleados, a quienes siempre ha considerado parte fundamental del negocio: “dejarlos fuera hubiera representado una pérdida notoria para el local”, menciona. Afortunadamente nunca se presentó la necesidad de despedir a nadie o bajar sueldos, ya que hubo apoyo por parte de los mismos colaboradores.

Arturo, un fiel colaborador que tiene 13 años prestando su servicio al local afirma lo mucho que le gusta su trabajo: “me gusta mucho atender a la gente, platicar con ellos, darles una buena atención para que nos vuelvan a visitar”. De acuerdo al despachador, todos estos años han sido una experiencia enriquecedora y tiene la certeza de que aún queda mucho camino por recorrer y aprender.

Francisco remarca que sin sus colaboradores el puesto no habría llegado muy lejos, pues ellos son quienes día a día dan la cara por el local, brindándole la mayor de las atenciones a sus comensales. “Mientras Dios nos dé para comer y pagarle a mis empleados, a seguir adelante, porque esto aún no acaba. Ha habido años difíciles, pero también años muy gratificantes, y vamos por muchos más de esos”, expresa con determinación el señor Francisco, quien afirma con orgullo que, desde el día de su apertura, Los Pepes han vendido más de un millón de tortas, “¡y contando!”. 

Para quienes todavía no conocen este pequeño pero delicioso establecimiento, Francisco menciona que la visita es obligada: “somos las mejores tortas y flautas de Ensenada, y no lo digo yo, lo dice la misma gente que vienen desde lejos a visitarnos, ¡vengan y prueben para que ustedes mismos juzguen!”, concluye con gran entusiasmo.

Francisco se despide de sus colaboradores, se sube al Pick up gris claro y se marcha del terreno de trabajo para continuar con sus actividades como comerciante, bajo la certeza de que en esa esquina se seguirán preparando, día con día, las mejores Tortas y Flautas de la ciudad.

 

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