PAN, VINO, CIRCO ¡Y DE TODO EN FESTIVAL CORKS & FORKS!

Sofía Grijalva

Las Fiestas de la Vendimia habrán terminado, pero eso no es razón para no seguir celebrando a la vid. Precisamente el pasado sábado 24 de agosto, Revista Molcajete asistió a un nuevo evento vinícola que por su diversa oferta gastronómica tiene todo el potencial para estar en boca de todos. Estamos hablando del Festival Corks & Forks, organizado por Vinos LT en San Antonio de las Minas. Tenemos mucho que desempacar, desde entretenimiento, hasta bebidas y por supuesto comida, sin más preámbulo, permítanos contarles todo sobre este evento nuevo en la ciudad.

Corks & Forks es un festival que se viene celebrando desde el 2016. Fundado por Juan Carlos Torres, director de Vinos LT, este festival viene a posicionarse como una gran opción para ensenadenses y turistas que quieran disfrutar de los frutos del valle, pero esto lo hace añadiendo un pequeño plus a la experiencia que se vive en el festival.

Con un amplio repertorio musical completamente en vivo, show de comedia a cargo del comediante Edgar Arce, platos de comida que no dejaban de circular y hasta espectáculo circense, este evento redefinió la frase “al pueblo pan y circo”.

Empezando por el ambiente de Vinos LT, éste goza de una locación privilegiada en San Antonio de las Minas, a solo unos minutos del Sauzal. El espacio de esta vinícola es realmente íntimo, y a diferencia de otras casas vinícolas puedes observar los viñedos y sus vibrantes colores mientras degustas una copa. El día del evento se llenó al máximo de su capacidad con una asistencia de entre 200 y 250 personas, quienes, al estilo del famoso servicio al cliente del valle, eran constantemente ofrecidos platos de ambigús y bebidas de todo tipo.

Como invitados especiales de este año, Corks & Forks contó con la participación de la cervecería mexicalense Puerco Salvaje. Este negocio familiar se encargó de saciar la sed y apaciguar un poco el calor que ha estado bastante elevado estos últimos días con 5 de sus 8 estilos de cervezas: Blonde Ale, Pale Ale, Belgian Blonde, Bitter Cream Ale y Porter; aunque personalmente me inclino más hacia las cervezas claras para la temporada de calor, su cerveza Porter hecha con avellanas se llevó el premio; si tienen la oportunidad les recomiendo que se acerquen a alguno de estos bares a probar esa delicia oscura: Irish Pub (1-4) Garage 51, Bier Warehouse y Náufrago.

Ahora sí, pasemos a la razón de nuestra existencia: la comida. Como mencioné muy al principio, las charolas con comida no paraban de salir de cada pasillo en Vinos LT. Patés de atún con chipotle, queso crema con frutos secos, ceviche con fruta de temporada, y tostadas de atún aleta azul fueron las entradas de la tarde, muy buenos para abrir el apetito claro está, y su tamaño de una sola mordida los hace bastante irresistibles, pero su servidora hizo su mayor esfuerzo para mantener espacio y poder hablarles de los platos principales.

Aproximadamente desde las 12 del medio día, los chefs Miguel Ramírez (encargado de restaurante Uva Terraquea) y Pilco Llacza se encontraban montando paso a paso uno de los platillos icónicos de las fiestas de la vendimia: la paella valenciana. Este platillo español es tan estéticamente agradable que podías tomar funa oto desde cualquier ángulo y se vería hermosa. Por supuesto, la paella no solo debía verse excelente sino saber excelente, y aunque no soy una experta en paellas, puedo reconocer un arroz cuando está bien hecho, y esa paella lo estaba. Arroz esponjoso, con camarones cocinados en su punto, cortes de carne de cordero y jugosos pedazos de pollo, esta paella valenciana logró juntar al cielo, mar y tierra en un plato.

El segundo platillo fue el lechón a la vuelta y vuelta. Es innegable que la carne de los animales bebés es la más tierna, agréguenle la jugosidad que el método de la vuelta y vuelta proporciona y tienen unos muy tiernos, jugosos y dulces tacos de lechón.

Por supuesto ninguna fiesta de la vendimia puede llamarse como tal sin un concurso de pisado de uvas, así que ocho atrevidas parejas se quitaron sus zapatos elegantes, levantaron sus pantalones y se unieron a esta tradición centenaria.

Hasta aquí el recuento de lo sucedido en este festival vinícola. En resumen, Corks & Forks reúne lo mejor de su servicio al cliente en una sola tarde: deliciosa comida y bebida, excelente servicio y muy buen ambiente. Este evento cumple con lo necesario para convertirse en esa “salida especial” con su pareja, familia o amigos. Si algo de este evento ha despertado su interés, pueden contar con que el próximo año Corks & Forks estará de vuelta ofreciendo más y mejores opciones para disfrutar su fin de semana.

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