Iván Gutiérrez
Aaaaagh, el cannabis, la marihuana, la hierba, la weed, the pot, el gallo, el toque, los tanques, the grass to get high as the sky! Puede que, al menos en esta época, no exista una planta tan controvertida como la marihuana. Amada por muchos, satanizada por otros, el cannabis es una sustancia psicotrópica de la que todos hemos oído hablar en algún momento de nuestras vidas, cuyo consumo o prohibición ha tenido impactos trascendentales en las sociedades contemporáneas.
Históricamente no se pueden entender las transformaciones culturales del Siglo XX sin incluir a la marihuana como parte de la ecuación, un periodo en el que, motivados por las políticas punitivas de Estados Unidos, el mundo occidental decidió volcarse en contra del consumo de esta hierba, imponiendo un estigma sobre ella que, por desgracia, sobrevive hasta nuestros días.
Para nuestra suerte el Siglo XXI ha sido más amable, trayendo consigo un cambio profundo de perspectiva entorno a los diferentes usos que tiene el cannabis. Desde hace algunos años son varios los países y estados que han emprendido una legalización y/o regularización de la producción, distribución y consumo de marihuana (entre ellos nuestros vecinos de California), tanto con fines recreativos como medicinales.
En México la política pública entorno al cannabis también va en esta dirección, pues recientemente se publicó en el Diario Oficial de la Federación el “Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Control Sanitario para la Producción, Investigación y Uso Medicinal de la Cannabis y sus Derivados Farmacológicos”, mientras que en noviembre del 2020 el Senado aprobó la “Ley Federal para la Regulación del Cannabis”, que legaliza el cultivo, la producción, el consumo, la distribución, la industrialización y la venta de la marihuana bajo control federal (todavía pendiente su aprobación en la Cámara de Diputados).
De tal manera que en México nos encontramos frente a un cambio de paradigma revolucionario en cuanto al cannabis se refiere, pues todo indica que los próximos años estarán marcados por una integración del consumo legal de la marihuana en nuestra sociedad. Si bien todavía queda un gran estigma por remover, la transformación ha comenzado, y ya nada la va a parar.
CESBC, A LA VANGUARDIA DE LA TENDENCIA
Es bajo este contexto que el Centro de Especialidad en Sommelier de Baja California (CESBC) ha tomado nuevamente el pulso correcto en cuanto a tendencias de cata de nuevos productos se refiere. Caracterizados por ser visionarios, los responsables de este centro han decidido anticiparse a la legalización de la marihuana, anunciando la próxima apertura del Diplomado en Educación y Cultura del uso medicinal y recreativo del Cannabis, un curso integral donde esta planta será la protagonista.
“CESBC siempre ha sido contestatario a la base educativa de muchas cosas, y si bien al principio de muchos diplomados hemos tenido voces en contra, cada uno se ha convertido en un espacio formador de grandes expertos”, comenta Alan López, gastrónomo, sommelier y fundador del centro de estudios.
Con la pronta legalización del cannabis, el presente se perfila como un momento oportuno para empezar a valorar esta planta desde un enfoque integral, que aborde su carácter histórico, geográfico, cultural y científico con un esquema educativo formal
“Con nosotros no solo adquieres conocimiento, sino que aprendes cómo administrarlo para convertirlo en algo útil. En CESBC vemos a la educación como una vía para transformar la vida, ya sea en la cuestión personal de consumo, en la creación de un negocio o por sumarlo a las líneas actuales del gremio gastronómico, como integrar subproductos de la planta a la cocina. Siempre he comparado a Ensenada y Baja California como un clon en pequeño de San Diego California, y creo que somos el siguiente estado más próximo a tener esa esencia, esa cultura tan avanzada del conocimiento de la Cannabis”.
UNA PLANTA CONTRA EL DOLOR
Para conocer más al respecto de este curso decidimos conversar con la futura docente del mismo, Anabel del Toro. Formada como Oceanóloga, con una maestría en Ciencias de la Tierra y actual estudiante del Doctorado en Medio Ambiente y Desarrollo de la UABC, Anabel siempre ha sido una apasionada de la investigación y del cuidado del medio ambiente. Sin embargo, su acercamiento con el cannabis se dio desde una experiencia más personal.
“Un familiar que vive en San Diego tenía problemas de estrés y depresión, por lo que los doctores le recomendaron tomar productos de cannabis como terapia alternativa, que fuesen administrador junto con el medicamento recetado. Los resultados fueron positivos”, relata Anabel.
Más adelante la madre de la docente también experimentaría los beneficios medicinales de esta planta: “Mi mamá tuvo una microembolia hace 26 años, cuyas secuelas la llevan a tener dolores musculares permanentes por artritis y atrofia de brazos, por lo que casi no puede moverlos sin sentir mucho dolor. Fue entonces que este familiar la llevó a una consulta en un dispensario de San Diego, donde le recetaron comestibles y pomadas a base de cannabis para aminorar los dolores y tener mayor movimiento muscular. De igual manera le sirvió muchísimo”.
Eventualmente Anabel consideraría la siembra de la planta en casa, con el objetivo de tener más accesible la materia prima necesaria para elaborar los productos recetados para la terapia. Para ello, y siguiendo la vena de su vocación, empezó una investigación profunda entorno a los beneficios y propiedades de la planta. Para agosto 2019 comenzó el trámite del “famoso amparo” ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), con la intención de poder disponer de la planta sin correr riesgos judiciales, pero el trámite se quedó atorado por la contingencia sanitaria, razón por la que su auto-producción no ha podido concretarse.
Al día de hoy Anabel continúa estudiando todo lo relacionado a esta planta, pues ve en un futuro prometedor: “Una vez que se apruebe la despenalización de la marihuana va a haber mucha gente que se va a ver beneficiada. Mi mayor motivación al trabajar con esta planta es darle mejor calidad de vida a las personas, cuando tienen dolor, cuando tienen ansiedad, o incluso enfermedades como migraña, autismo, párkinson, alzhéimer y e incluso cáncer; si necesitas de ayuda, es un medicamente alternativo que no daña otros órganos, y que resulta altamente efectivo”.
¿UN DIPLOMADO EN CANNABIS?
Para muchos la idea de un “Diplomado de Cannabis” sonará extraño y hasta risible, pero esta percepción cambia cuando recordamos que se trata de una planta cuya penalización ha impedido que el grueso de la sociedad reconozca su valor cultural, medicinal y recreativo.
“Creemos que al educar y concientizar a nuestra sociedad, que aún tiene varios prejuicios sobre el uso de esta maravillosa planta, entenderán los beneficios que posee como alternativa natural, que ya ha sido utilizada desde la antigüedad por diferentes civilizaciones como remedio botánico, rituales, fibras textiles, etcétera”, comenta Anabel. “Me gustaría que la gente que tiene dudas se acercara a información real con este diplomado, porque no hay mejor arma que el conocimiento; se darán cuenta de que, bien manejada, se puede hacer un gran aprovechamiento de la planta”.
La joven investigadora agrega que actualmente existen muchísimos consumidores de la planta que, contrario al estereotipo difundido, son completamente funcionales en sus responsabilidades sociales, laborales y familiares, pero que “por el tabú no se exponen”, tabú que desmotiva a que otras personas se acerquen: “con el diplomado la gente interesada puede hacer que cambie su mentalidad, porque tendrán la información y el conocimiento que despejará todos esos miedos”.
De acuerdo a Anabel, el diplomado contará con una serie de temas enfocados a estudiar el cannabis de forma integral, partiendo desde los orígenes de la planta y su análisis botánico, así como áreas de oportunidad en cuestiones industriales y medicinales: “El diplomado incluye temas diversos porque es una planta con propiedades versátiles y áreas de oportunidad; estudiaremos, por ejemplo, el cáñamo, una variedad del cannabis que crece muy rápido y que tiene fibras resistentes que se pueden utilizar para textiles y la construcción. Analizaremos además las semillas, que son aprovechadas como suplemento alimenticio con alto valor proteico”.
Alan aclara que durante el diplomado no se aportará a los estudiantes materia prima ni habrá “sesiones de consumo”, solamente sesiones de cata visual y olfativa, clases que serán reforzadas con fichas técnicas de los efectos y material fotográfico y audiovisual de la marihuana.
“Que hagamos un Diplomado de Cannabis no significa que vaya a haber aquí doce personas fumando un gallo, sino que vamos a analizar la planta, comprenderla en sus diferentes áreas, describir sus efectos, pero sin incumplir la ley vigente”, comenta el fundador de CESBC.
Por su parte, Anabel aclara que se abordarán formas y dosis de consumo recomendadas, pues “hay personas que son consumidoras habituales y quieren darle a probar a alguien nuevo, pero no saben cómo, y terminan dándole la misma dosis que ellos. Los primerizos, al no saber qué efectos tendrá su organismo, se asustan y les genera una mala experiencia; incluso hay quienes no quieren volver a probar y se privan de los beneficios medicinales en otras formas de consumo adecuadas para cada caso. Ahora ya hay estudios científicos con rangos de concentración de THC para un nivel primerizo o intermedio, recomendados de acuerdo al perfil de la persona, porque también es importante saber medirse, auto-conocerse y así consumir solo lo necesario para el efecto deseado”.
Tanto Anabel como Alan resaltan que no es necesario tener algún nivel de estudios previos para ingresar al diplomado, sino que la curiosidad y el gusto por querer saber más del producto es suficiente, si bien, el tener historial de consumo previo aportará a la asimilación del conocimiento con base a las propias experiencias.
HACIA UNA CULTURA DEL CANNABIS RESPONSBLE
Si bien, Anabel del Toro afirma que es fundamental que los interesados en tomar el curso “sean responsables consigo mismos y se pregunten cuál es su objetivo, si buscan solucionar algún problema médico, si lo ven como una oportunidad comercial o simplemente quieren conocer más del tema. El conocimiento que proveeremos les permitirá ir busca de la cepa o variedad que requieran según sus necesidades. Veremos el aprovechamiento del CBD, para esas personas que quieran relajarse, pero sin los efectos psicotrópicos. Se trata de que guiarlos en lo que quieran y necesiten”.
Alan concluye nuestra entrevista con mucho entusiasmo, afirmando que se sienten muy emocionados por iniciar este nuevo curso: “Estamos convencidos de que aportará mucho a la creciente cultural del cannabis que, como ya se ha visto en Estados Unidos, puede traer muchos beneficios tanto a nivel individual como social. Hacemos la invitación a que la gente pueda acercarse a externar las dudas que tenga, y si el tema todavía no resulta de su interés, quizás más adelante se animen”.
El Centro de Especialidad en Sommelier estará ofreciendo una clase muestra sobre el Diplomado a mediados de febrero, en la que los interesados podrán hacer las preguntas que tengan al respecto del curso.
Los contenidos temáticos del Diplomado incluyen las siguientes áreas del conocimiento:
- Historia de sus orígenes y dispersión geográfica
- Biología de la planta (diferencias entre Sativa, Indica, hibrida, cáñamo)
- Tipos de cultivo (outdoor, indoor)
- Elementos para el cultivo
- Etapas de crecimiento de la planta
- Problemas de cultivo, cosecha, secado, maduración y almacenamiento
- Organolepsia, fichas técnicas
- Técnicas de consumo
- Identidad empresarial
- Compuestos y extractos derivados del cannabis
- Técnicas caseras e industriales
- Análisis químico de calidad de los productos
- Cannabis y sociedad
- Comestibles
- Dosis
- Preparaciones y cuantificación de concentraciones
MÁS INFORMACIÓN
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