José Carlos Ramírez
Fotos cortesia: Revista 4 vientos
En estos días cae el atardecer más temprano y la temperatura empieza a bajar. La ciudad y las casas se contemplan más iluminadas, las fechas más esperadas del año se anuncian solas. Es diciembre y la gente comienza a verse más arropada de lo normal, son felices por las fiestas que van a celebrar. Pero en la calle, debajo de las luces parpadeantes y de las promesas ajenas de alegría, personas en situación de calle vagan por la ciudad tratando de sobrevivir al frío del puerto.
Mientras las fechas llegan y la pandemia hace de las suyas, existe un grupo de personas que en temporadas decembrina se organiza para realizar una actividad de labor social en la que cada año más ciudadano se suman: el Comedor Solidario, evento que este año cumple su 8vo aniversario en la ciudad, ocho años de brindar un día de cobijo y celebración a las personas en situación de calle.
Ni la pandemia global ni el semáforo rojo han impedido que la obra de caridad se lleve a cabo. Los preparativos siguen en marcha para cumplir con el objetivo de cada año. Mauro Cuevas, fundador de este proyecto, nos comparte cómo nace la idea de ayudar a las personas en situación de calle, y qué es lo que se busca con esta iniciativa.
“Este proyecto no es con el fin de erradicar el hambre o acabar con la pobreza, sino de hacer consciencia en la gente para que se interese en apoyar. Nosotros sabemos que dándoles comida o un cambio de ropa no se va a acabar el problema, pero esperemos que sirva como un ejercicio para que la gente se motive y apoye este tipo de iniciativas. Ya es una tradición llevar a cabo esto antes de navidad; sin gobierno, sin partidos políticos y sin instituciones religiosas, únicamente con el apoyo de los ensenadenses”, relata Mauro Cuevas.
En un tono amable y cálido, Mauro comparte un poco más del proyecto. Menciona que el tiempo los ha construido como colectivo, que ha ido creciendo gracias a la iniciativa de esas personas que se van sumando al proyecto “Comedor Solidario” a través de la difusión en redes sociales. “La idea es que al ayudar no les genere un gasto, que nos apoyen con lo que tengan en casa; aquí hacemos maravillas con lo que nos den porque muchos nos dedicamos a la cocina”.
Por más de 7 años el parque de la obrera ha sido testigo de este comedor solidario que se realiza en diciembre. Desde temprano se llega a limpiar para dejar listo y esperar a que lleguen los invitados de honor, luego se preparan para darles su comida completa, para finalizar con la entrega de ropa para invierno, así como el servicio de corte de pelo. Al concluir la noche las personas en situación vulnerable obtienen un estómago lleno, ropa calientita y una nueva apariencia que sutilmente se rebela en un nuevo estilo de pelo.
La cena que sirven para los invitados consiste en pavo ahumado y al horno, puré de papa, ensalada, espagueti y postres. “Otra de las ayudas que recibimos y que es de suma importancia debido a la temporada es la ropa de invierno y las cobijas, haciendo kits dependiendo la medida y el género para agilizar la entrega”, comenta Mauro.
¡Manos a la obra!
Por situaciones externas, la dinámica de este año no se realizará de la misma manera que en los años anteriores; en esta ocasión se tiene planeado viajar en carros a los puntos de la ciudad donde se encuentranlas personas en situación de calle, y se les entregará la comida junto con la ropa de invierno.
Mauro aclara que este proyecto es totalmente sin fines de lucro: “Se empezó con ayuda tangible, en especie, sin ingresos monetarios para ahorrarse tiempo. Esta actividad ha repercutido en gran manera tanto en la sociedad como en redes sociales, alcanzando a otras ciudades como Ciudad de México y Tuxtla Gutiérrez,y países como Francia, España y Alemania. Cómo no pueden hacer llegar una ayuda presencial, lo hacen por medio de un apoyo monetario,mismo que utilizamos para comprar más comida y ropa para la gente en situación de calle”, menciona Mauro.
Más planes solidarios están en camino.
Cada año podemos ver que son más las personas en situación de calle. No es una novedad que en México haya un incremento de la pobreza extrema, un acceso limitado a los recursos y bienes indispensables derivo de la desigualdad económica y social, situación que termina por revictimizar a estas personas por la discriminación que sufren.
Acerca de los planes que buscan impulsar para continuar ayudando a la población vulnerable, Mauro menciona el deseo de abrir un comedor comunitario en la ciudad, y junto a éste un banco de alimentos, “para que la gente en situación de calle llegue a comer gratis”. Otra de las ideas que tiene en mente es que el comedor solidario no sea evento de una ocasión al año, sino que se convierta en una parada diaria para las personas vulnerables, que sea “una realidad que los inspire a ellos y a mucha gente”.
Finalmente, Mauro Cuevas exhorta a toda la sociedad para que se involucren y se sumen a esta actividad social, apoyándolos en lo que esté a su alcance y disposición: “aquí todos son bienvenidos, porque entre más personas lleguen y participen más lejos llega el mensaje”.
Para donaciones, apoyo de voluntario y/o información: mauro Cuevas/ 646-189-8886.
¡Me encantó!
En serio que no dejas nada que agregar, muchísimas gracias por la nota.
Esperemos y más gente se sume a estás acciones directas, ya que ellas dependen de la participación de todxs nosotrxs.
Un abrazo!