El día de hoy te traigo la última parte del tema “alimentación en cuarentena”, que como hemos mencionado, es un tema bastante amplio y complejo. Espero que este blog te pueda aportar un poquito para sobrellevar este periodo.
💖Te recuerdo que te escribo estas líneas con la intención de compartir contenido más amable, y como una invitación a la reflexión, entendiendo que cada uno de nosotros vivimos diferentes realidades y contamos con diferentes recursos. No dudes en pedir ayuda y orientación profesional si sientes que esta situación te rebasa.
C U E R P O 🤸🏼♂️
¿Has notado que uno de los puntos que resalta mucho en esta cuarentena es la preocupación por subir de peso?🤭
Día con día observo muchísimos comentarios sobre este tema, haciendo referencia a los kilos que se están ganando, y a los excesos de comida que se ingieren por el estrés y la ansiedad que se presentan en este periodo.
De forma muy breve, podemos explicar, que estas conductas acaban siendo una fuga en la búsqueda de algún tipo de satisfacción o placer a través de algo externo, ya que internamente hay algo que no estoy atendiendo. Por ello la importancia de revisar también mi alimentación mental y emocional, pues se relacionan directamente con la experiencia que tengo con mi cuerpo y las decisiones que tomo sobre él; se trata pues, de algo integral.✨
Es entonces que mi ruido interno me lleva a buscar por fuera un momentito de placer, y es ahí cuando recurrimos a diferentes medios, en este caso podemos hablar particularmente de la comida🍫🍕
Por supuesto que hablar de alimentación implica varios ángulos, y aunque en esta ocasión abordaremos el componente emocional, es sumamente importante mencionar que el comer de forma compulsiva puede presentarse por diferentes motivos; así que, asesorarnos con un especialista en nutrición🍏 es de gran ayuda para trabajarlo de manera integral🙌🏻
La comida entonces, genera reacciones placenteras en el cuerpo, pero además tiene un componente emocional muy importante.
Alguna vez te has preguntado ¿Qué significa la comida para mí?
Si te detienes a reflexionar un poco en esta parte te ayudarás a entender que lo que buscas al comer podría verse influido por la búsqueda de alguna de esas sensaciones.
Por otra parte, algo que suma preocupación al comer en exceso es nuestra apariencia. Es por ello que, aunque busquemos en la comida un momento placentero, acabamos sintiendo malestar por las consecuencias que se reflejan en nuestro cuerpo, y terminamos cayendo en un círculo vicioso que nos lleva a repetir este ciclo constantemente🌀
Desear un cuerpo “bonito” es totalmente válido; pero podríamos empezar por preguntarnos ¿bonito, para quién? 🤷🏻♀️
Verás, todo esto de centrarse en medidas estéticas, va en gran parte relacionado con sistemas culturales, sociales y económicos. Dada la realidad en la que vivimos, tratar de salirnos de ese cuadro representa toda una lucha para romper esquemas y trascender.
Por supuesto que es complicado, pues ya nosotros podemos llegar a ser muy duros y autoexigentes, para además, acabar alimentando más nuestra idea de que debemos vernos de cierta forma, con comentarios como estos👇🏻🤦🏻♀️
“¿Estás más delgada? ¡Te ves muy bien!”
“Oye, ya párale ¿no? ya se te ven las lonjitas”
“¿Te vas a poner eso? Te ves muy ancha”
“Oye, como que le has entrado duro a los taquitos ¿no?”
“Te ves muy flaca ¿no comes o qué?”
“Ya deja de hacer ejercicio ¡Vas a desaparecer!”
“¿Estás enferma? Es que te ves muy flaca”
Plantearlo de esta manera nos ayuda a entender de dónde vienen estas ideas, sin embargo, es una realidad desgastante que nuestro cuerpo, en medida estética, sea tema de conversación, entre críticas, burlas y quejas, recargando nuestro valor en ello.
Iniciamos entonces una búsqueda de aceptación a través del cuerpo, y actuamos automáticamente en función a ello.
Ya parece ser nuestra “normalidad” pasar la vida de dieta en dieta, buscar el ejercicio que queme la mayor cantidad de calorías (aunque lo detestemos), recurrir a pastillas o pasar hambre e incluso llegar a enfermar por ello, pasando mucho sufrimiento para alcanzar cierta apariencia😣
Y si bien ponemos gran esfuerzo en ello, luego dudamos ¿qué estoy haciendo mal? Incluso bajando esos kilos o tallas, incluso cambiando mi apariencia ¿por qué no me siento pleno? 😔
Pues en realidad al llevar a cabo estas tareas para evitar el rechazo de otros, convivimos diariamente con nuestro propio rechazo y es así que nuestro cuerpo acaba pagando las consecuencias.
Así que hoy te invito a que reflexiones un poco y te preguntes ¿Cómo le hablas a tu cuerpo?
¿Eres amable y comprensivo con él, o eres duro y castigador?
Claro que, siendo realistas, el interés por el cuerpo y su apariencia es algo natural, porque bueno, no nos vamos a engañar, está muy padre verte al espejo y pensar “wow, qué bien me veo”; sin embargo, el aprender a disfrutar del proceso va más allá, es saber darle lo que él necesita, no solo exigirle lucir de cierta manera, ausentándonos de él, e ignorando sus señales.🙅🏻♀️
Sería entonces mucho más positiva esa “preocupación” si la transformáramos en OCUPACIÓN por el cuerpo; y con esto me refiero a ATENDERLO y ESCUCHARLO.
Para partir, puedo empezar por responder ¿Cómo alimento mi cuerpo?
¿Con halagos o críticas?
¿Con cuidado o castigo?
¿Con comparaciones constantes?
¿Le doy los nutrientes que merece y necesita?
¿Con actividades que disfruta o que le fastidian?
¿Con aceptación o rechazo?
Así mismo, es importante entender que:
⭐️Aprender a conectar con mi cuerpo, requiere de práctica y constancia.
⭐️El llegar a amar mi cuerpo no es apreciarlo como un cuerpo sin defectos, por el contrario, es poder entender que quizá haya cosas que no me agraden, y eso no le resta valor ni belleza.
⭐️Buscar un cuerpo bonito es válido y está padre sentirme bien en mi propia piel, pero lo primero es partir de cómo es un cuerpo bonito PARA MÍ.
⭐️NO TENGO porque permitir comentarios sobre mi cuerpo. Recuerda, lo que sale de la boca del otro es únicamente reflejo de SUS limitaciones y SUS prioridades.
⭐️Aun así, los comentarios de otros pueden afectarnos de vez cuando, y está bien, somos humanos, sin embargo, el trabajo se recarga en estar en tal conexión personal que se trate solo de momentos y podamos centrarnos nuevamente en nuestra esencia e identidad.
👉🏼Puedes empezar a conectar con tu cuerpo revisando ¿de dónde parten tus hábitos? Tu forma de comer, tu actividad física, tus pasatiempos.
✅Aliméntate de hábitos que te sumen, no que te resten.
Trabaja con ese tipo de pensamiento que te lleva a hacer cosas incómodas, que sufres y acabas por abandonar, o las continúas acumulando en presión, estrés e infelicidad.
✅Encuentra actividades que, aunque sean retadoras y ciertamente representen un esfuerzo, también te motiven, y verás cómo tu cuerpo te responde con gratitud; mejorando tu relación con él mejorará también la forma en que lo percibes y aprecias su belleza🤍
Si entonces trabajamos en poner más atención a nuestra forma de alimentarnos de manera integral, podremos tomar mejores decisiones para mejorar nuestra salud y calidad de vida.
Y RECUERDA:
Los trastornos de la conducta alimentaria deben ser atendidos de manera integral, no se trabajan únicamente con dietas, son un tema SERIO y requieren de ATENCIÓN ESPECIALIZADA. Es importante aprender a distinguirlos y contar con el apoyo profesional necesario. No dejes de pedir ayuda si tienes dudas al respecto.
Encuentra tu equilibrio, atendiendo tu CUERPO, MENTE Y ALMA🌟
Un abrazo.