Ivan Gutierrez
Es viernes y la Cueva del Chivo Gruñón lo sabe. En el tocadiscos de la estancia, Pink Martini interpreta Hang on Little Tomato, mientras sobre la barra del lugar reposan dos premios de las últimas ediciones del Ensenada Beer Fest.
Al internarse en las paredes de piedra de la Cueva del Chivo Gruñón la primera impresión que uno se lleva es la de una atmósfera rústica con sabor a nostalgia. Así lo presumen los recuadros de personajes históricos y familiares, los carteles de la cultura pop de los 60s fusionados, las tecnologías de otra generación, las mesas de madera y las lámparas elaboradas con botellas de vino, elementos que adornan la estancia de este lugar “subterráneo” ubicado en San Antonio de las Minas, dentro de las instalaciones de Ochentos Pizza.
Sobre un sillón de antaño con paredes de piedra iluminadas por una luz dorada, Don Julián de Gracias, alias el “Chivo Gruñón”, nos platica sobre el inicio de esta Cueva: “La idea de Ochentos era producir su propio vino (y de hecho se hizo), pero después de un rato se abandonó esta área. Entonces nos dimos cuenta que hacía falta un área de espera, y a la vez comenzamos a traer gente de los cruceros para acá. Todas las cosas que adornan las paredes son cosas que encontramos en el rancho, cosas de mi abuelo, por ahí está la primera tabla con al que surfeé cuando tenía 14 años. Ese fue el concepto, ofrecer cerveza para la gente en un espacio rústico”.
Sobre la marca de cerveza artesanal del Chivo Gruñón, Julián de Gracia comparte que hacer cerveza es “el arte de darte gusto a ti mismo y aprovechar los insumos y los ingredientes. En cuestión de cerveza artesanal, ser honesto con lo que estás haciendo es lo más importantes”.
Iniciando producción en marzo de 2015, el punto de arranque del Chivo fue el Ensenada Beer Fest, en donde comenzaron a posicionarse primero con cervezas ligeras como la Kolsch 45 (elaboradora con cebada y trigo) y la Honey (endulzada con un poco de vainilla y miel). Después nació la famosa Irish Red, también llamada Ochentos Irish Red tras convertirse en la favorita de los visitantes de Ochentos Pizza.
“Mucha gente no está acostumbrada a los sabores fuertes de ciertas cervezas artesanales muy amargas, por eso iniciamos con cerveza clara. Ya después expandimos el rango, West Coast IPA, Scout, Rubish Porter (segundo lugar en Ensenada Beer Fest) y la Toronaje Pale Ale, elaborada con toronjas del rancho que plantó mi abuelo hace 30 años”.
Abierta de lunes a domingo en un horario de 12 a 8pm, la Cueva del Chivo Gruñón siempre está dispuesto a darle la bienvenida a cualquier que esté buscando un aire bohemio, una cerveza deliciosa y un espacio para relajarse con buena música de jazz.
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